Abril Soria López
Patricia Aldana
Banco de fotos de Monte María
Ileana Hurtarte
El Proyecto de Fe es una vivencia profundamente significativa para el nivel de secundaria en Monte María. Más que una actividad, es un espacio de encuentro con Dios y con el prójimo, donde las estudiantes tienen la oportunidad de salir de sí mismas y abrir el corazón al servicio, impulsadas por los valores del Evangelio y la espiritualidad católica.
Este proyecto permite a las alumnas organizarse en grupos y visitar diferentes instituciones como hospitales, comedores sociales, orfanatos, hogares de niños o personas con discapacidad, escuelas públicas y asilos. En estos lugares, no solo se lleva ayuda material, sino que se comparte tiempo, escucha, alegría y amor; acciones que muchas veces tienen más valor que cualquier otro recurso.
El impacto del Proyecto de Fe es doble. Por un lado, genera un cambio en las realidades visitadas, donde cada gesto de servicio es una semilla de esperanza. Por otro lado, toca profundamente el corazón de quienes participan, sensibilizándolas ante las realidades de pobreza, abandono, enfermedad o marginación que no siempre están presentes en su entorno cotidiano.
Esta experiencia transforma: abre los ojos, mueve el corazón, y despierta una fe más viva, comprometida y coherente con el mensaje de Jesús. Enseña que servir a los demás es también una forma de encontrarse con Dios, de crecer como persona y de vivir la fe con autenticidad.
El Proyecto de Fe transmite valores como la empatía, la compasión, la gratitud y la esperanza. Invita a mirar más allá del propio mundo y descubrir que, aun en medio del dolor, siempre hay espacio para el amor. En definitiva, representa el deseo de Monte María de formar mujeres y hombres no solo académicamente brillantes, sino también espiritualmente fuertes, humanos y comprometidos con la construcción de un mundo más justo y fraterno.
Así, en nuestro Colegio se confirma que la fe no se enseña solo en las aulas, sino que se vive en el encuentro con el otro, en el servicio sincero y en el compromiso con una sociedad más humana. Porque cuando el corazón se abre al prójimo, la fe deja de ser solo palabra y se convierte en acción transformadora. Ese es el verdadero legado que el Proyecto de Fe busca sembrar en la vida de cada estudiante: un corazón que ama, sirve y nunca deja de iluminar.