Camila Pineda
Ana Lucía Asturias e Ileana Hurtarte
Ileana Hurtarte
Patricia Villatoro
La palabra “maestro” puede tener muchos significados. Para mí significa aliado, apasionado, vocación e incluso familia. Un maestro tiene la ardua tarea de formar personas, y que estas logren construir las habilidades necesarias para poder hacer frente a un mundo cada vez más cambiante. Definitivamente, es un trabajo duro, y es por ello por lo que insisto en que las personas que ejercen esta loable labor responden por vocación. Sobre todo, un objetivo bien identificado y que es cambiar al mundo. Porque el conocimiento y los aprendizajes que nos puedan brindar son poder; el saber conlleva un gran poder, pero al mismo tiempo una gran responsabilidad. Los docentes poseen un profundo entendimiento y una forma única de ser, transmitiendo valores e inspirando a sus alumnos a alcanzar lo mejor de sí mismos. Además, desempeñan un papel fundamental en el proceso de aprendizaje al potenciar las habilidades de cada uno. En el aula, entregan generosamente su tiempo y energía, reconociendo el valor que tienen en el desarrollo de cada individuo. Su influencia se extiende más allá de los conocimientos académicos, ya que también desempeñan un rol crucial en la motivación y la autoestima de sus alumnos. Son capaces de infundir una sensación de competencia a través de mensajes constructivos. Por eso digo que ellos, más que maestros, son familia.
El 25 de junio de cada año se celebra el día del Maestro en Guatemala. Esta celebración tiene lugar en varios países del mundo para honrar y reconocer a los docentes por su labor en la educación de formar a las generaciones futuras. El origen de esta festividad en el país es un tanto triste, ya que esta surge por una tragedia ocurrida en una manifestación contra la dictadura de Jorge Ubico en 1944, que dio como paso la muerte de la maestra María Chinchilla. Esta, no solo es una fecha para agradecerles a nuestros educadores por su esfuerzo diario, también lo es para conmemorar a la profesora Chinchilla por su lucha magisterial.
El rol de los maestros en la formación integral de cada uno de los estudiantes es de suma importancia. Más allá de trasmitirnos sus conocimientos académicos y a veces hasta su propia experiencia de vida, los maestros desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de los estudiantes, abarcando aspectos cognitivos, emocionales, sociales y éticos. Su contribución en nuestra vida incluye no solo la enseñanza de habilidades académicas, sino que también en la enseñanza de valores, orientación académica y el desarrollo del pensamiento crítico.
Es tan importante el rol de los maestros en la vida de sus estudiantes y admirable el trabajo que realizan día a día. Ven pasar promociones, que van avanzando, pero el maestros se queda y acoge a las siguientes generaciones con el objetivo de ser parte en la formación de personas exitosas. Por eso, este día los invito a reflexionar sobre la importancia de reconocer y valorar el trabajo de los maestros. Entonces, ahora cada vez que estés en tus clases… presta atención, porque no sabes cuántas noches pasó tu maestro planeando esa clase que te estás perdiendo.
Cuando pienso en maestros, no puede faltar mi maestro de Matemáticas, por el compromiso que tiene para que nosotras entendamos su materia y también la paciencia con que lo hace, porque todos sabemos que no es fácil tratar con adolescentes. A mi mente también viene mi maestra de Literatura, a quien puedo describir como una persona apasionada por enseñarnos todo lo que sabe y por su deseo de que nos enamoremos de la vida. Por último, está mi maestra de Psicología, una mujer a la que admiro mucho por todos los conocimientos que tiene, por la pasión con la que los trasmite y por la clase de persona que es.
A todos y cada uno de los maestros del mundo les deseo un…