Paola Álvarez
Natalie Chinchilla
Iris García
Patricia Aldana, Mayté Gordillo y Jennifer Portillo.
En Guatemala y en el mundo, el 26 de enero se conmemora el Día Mundial de la Educación Ambiental. En esta fecha tan importante, con la ayuda de CONAP (Consejo Nacional de Áreas Protegidas), se motiva a los guatemaltecos a participar en actividades y acciones que beneficien al planeta. También, este día busca plantear soluciones para los problemas que se presentan como amenaza hacia nuestro ambiente. En los últimos años de pandemia, se han logrado desarrollar estrategias para motivar la educación ambiental en espacios virtuales, esto con el propósito de promover actos positivos hacia la realidad.
En el Colegio Monte María nos enseñan a ser mujeres y hombres que ayudan y promueven el cuidado del ambiente. Incluso contamos con un área llamada Guardería de Vida, donde se involucran estudiantes desde Nursery hasta Diversificado, en la atención diaria a la naturaleza y la vida. Aquí, podemos ver distintos proyectos que incluyen visitar la Reserva Natural Privada Sisters de Maryknoll, el mariposario, el tortugario y el huerto, entre otros, creando una relación estrecha donde el aprendizaje y el ambiente son protagonistas. Todo esto se puede desarrollar gracias a que nuestra institución cuenta con un campus amplio donde se ubican varias especies de animales y plantas. Nuestra área se mantiene protegida gracias al personal encargado y al aporte de toda la comunidad.
La comunidad Monte María busca formar agentes que trabajen por un verdadero cambio ante esta problemática, pero ¿cómo vamos a impactar en algo que no conocemos? El Colegio ha favorecido, a través del Eje de Cuidado de la Casa común, varios talleres en donde discutimos sobre la naturaleza, fauna y flora, cuidados, realidad, y muchos temas que influyen en el ambiente.
Este día y todos los días del año, podemos realizar acciones que realmente impacten. Como estudiantes, queremos agradecerle al Colegio por estos aprendizajes, que nos ayudan a priorizar los problemas, y así poder trascender en la educación ambiental en Guatemala. Es necesario generalizar todas estas lecciones, difundirlas y despertar a la población para ser corresponsables de una situación que nos afecta a todos.
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